Alquiler vacacional en el Delta del Ebro
Origen del nombre
Villa Rufol
Me llamo Olga y soy la actual propietaria de Villa Rufol.
Muchos de ustedes sentirán curiosidad por conocer el origen del nombre “Villa Rufol”. Sinceramente, no hice una lluvia de ideas para encontrar el nombre perfecto. Tampoco pensé en que fuera fácil de pronunciar o que sonara bien. Simplemente lo vi claro, tenía que llamarse así. Villa Rufol es un homenaje a dos de las personas más importantes de mi vida: mis abuelos maternos, ya fallecidos, Pepeta y José de Rufol.
Como se imaginarán, Rufol es un apodo y no un apellido. En el Delta, muchos de nosotros tenemos un apodo por el que se nos conoce incluso más que por el propio nombre. Mi abuelo tenía este apodo porque su abuelo se llamaba Rufo. Sí, Rufo, sin la “L”. Es curioso como, con el tiempo, las palabras evolucionan y, por lo visto, los apodos también.
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Aunque esto ya justificaría la elección de "Rufol" como nombre, hay otra razón de peso para ello. Y es que fueron mis abuelos quienes construyeron inicialmente la casa, allá por la década de los 60. Sí, ellos, con sus propias manos. ¿Con qué finalidad? Usarla como gallinero.
Con los años, el edificio se usó para otros fines y pasaron por allí tres generaciones, hasta que, en el año 2010, decidí restaurar la casa por completo. Quería algo moderno, con estilo, pero que conservara la estructura tan característica del edificio original. Creo que lo conseguimos.
Ya en el año 2019 emprendí este bonito viaje y convertí la casa en el alojamiento turístico moderno y elegante que es hoy en día, pero, eso sí, conservando, en el exterior, la esencia del legado de mis abuelos: el gallinero.
A ellos. Gracias.